Cirugía de catarata

La catarata es la opacidad del cristalino del ojo. Cuando el médico tratante da la orden de cirugía para extraer la catarata e implantar un lente intraocular que reemplazará el lente natural opaco, el paciente debe realizarse una serie de estudios previos a la intervención quirúrgica tales como topografía corneal, biometría y microscopia especular.

Antes de la cirugía el paciente debe asistir a su consulta preoperatoria con el médico internista quien evaluará sus estudios de laboratorio al mismo tiempo que su médico oftalmólogo examinará los estudios que determinan la medida correcta del lente que será implantado.

Este procedimiento es rápido y sencillo, le dilatan la pupila y le aplican anestesia local, luego el médico inicia con una incisión en el borde de la córnea e inserta un instrumento pequeño que rompe el centro del cristalino opaco, el cual debe ser removido para posteriormente implantar un lente transparente de plástico, silicona o acrílico que le permitirá al paciente un enfoque adecuado de la visión. Finalmente, posterior a la cirugía se coloca un protector sobre el ojo operado.

El paciente tendrá un tiempo de descanso antes de que le den de alta, debe asegurarse de asistir con un acompañante y aplicarse las gotas prescritas por su oftalmólogo para agilizar la recuperación y bajo ninguna circunstancia podrá frotar el ojo.

Durante la primera semana de recuperación, el paciente debe evitar actividades extenuantes y también deberá evitar que el agua, los desechos o el polvo entren en el ojo, ya que éstos pueden producir infecciones.

La visión puede ser borrosa durante unos días o semanas después de la cirugía. Si el paciente experimenta algún dolor o pérdida de la visión, debe acudir inmediatamente a su oftalmólogo.